El enemigo invisible: microplásticos en el cuerpo
Nuestro consumo diario de alimentos puede albergar un peligro inadvertido: diminutas partículas de microplástico. Estos fragmentos de plástico, invisibles a nuestros ojos, acaban cada día en nuestra comida o incluso en el agua potable y, en última instancia, en nuestro organismo.
Los primeros resultados de la investigación son alarmantes, ya que indican que los microplásticos pueden desencadenar inflamaciones y provocar reacciones de estrés oxidativo en ratones. También muestran que estas diminutas partículas de plástico se acumulan en los órganos de los animales.
Plástico en nuestro cuerpo: una realidad alarmante
Los productos de plástico de mayor tamaño, como las bolsas de la compra y las botellas de agua, se degradan en microplásticos con el paso del tiempo, ya que influencias como la luz solar y el agua descomponen los plásticos que escapan al flujo de residuos hasta alcanzar un tamaño microscópico. Productos cotidianos como los cosméticos, los tejidos sintéticos y las bolsas de plástico de un solo uso también liberan partículas de plástico, que luego entran en el organismo a través del agua, el aire y la cadena alimentaria.
La producción de plástico ha aumentado exponencialmente, alcanzando más de 460 millones de toneladas en 2019. Un análisis realizado en 2019 por la organización conservacionista Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) reveló que las personas ingieren unos cinco gramos de plástico a la semana, lo que equivale al peso de una tarjeta de crédito.
Investigadores de todo el mundo estudian los efectos de los microplásticos sobre la salud. Los estudios muestran que los microplásticos están muy extendidos. En 2018, el 93% de las aguas embotelladas analizadas contenían microplásticos, según una investigación publicada en la revista Frontiers in Chemistry.
El Dr. Christopher Palmer, profesor de la Universidad de Harvard, subraya que los microplásticos son en gran medida inevitables en el mundo actual. Está en todas partes, incluso en la nieve de la cima del Everest. Incluso los niños que nacen hoy en día están expuestos a microplásticos en el útero. Un pequeño estudio de seis placentas humanas encontró microplásticos en todos los tejidos analizados.
Un estudio publicado en Environment International en 2022 demostró que de 22 personas analizadas, la mayoría tenía microplásticos detectables en la sangre.
Los resultados de la investigación relacionan sustancias químicas plásticas como los ftalatos y los bisfenoles con afecciones como la obesidad y la diabetes, que pueden estar causadas por la inflamación y la alteración hormonal.
También cabe señalar que incluso los procedimientos quirúrgicos pueden introducir partículas microplásticas en el torrente sanguíneo y los órganos.
Un estudio piloto chino de 2023, publicado en "Environmental Science and Technology", descubrió microplásticos en el tejido muscular del corazón de los sujetos de la prueba. Los investigadores recogieron y analizaron muestras de sangre de 15 pacientes antes y después de una operación de corazón. Se encontraron nueve tipos de microplásticos en cinco tipos diferentes de tejido. Tras la operación, las partículas de plástico eran más pequeñas y de composición más diversa. Los procedimientos invasivos también parecen introducir microplásticos en el torrente sanguíneo, desde donde las partículas se abren camino hasta el tejido más interno del corazón.
Consejos para una vida cotidiana con menos plástico
Aunque los microplásticos nos rodean cada día, podemos tomar medidas decisivas para reducir estas omnipresentes partículas de plástico en nuestra vida personal. Entre ellas se incluyen las siguientes medidas:
- Las botellas de agua de acero inoxidable pueden ser una alternativa sostenible a las botellas de plástico.
- Lleve bolsas de lona o algodón cuando haga la compra.
- En lugar de beber café en un vaso de papel en la cafetería local, puedes llevar tu propio vaso reutilizable. Al cabo de unos 15 minutos, las bebidas calientes disuelven el revestimiento de los vasos de papel, liberando decenas de miles de partículas de plástico.
- Dado que los animales, el ganado y algunos peces de piscifactoría se alimentan con pellets de pienso, que también pueden contener microplásticos, los consumidores deberían elegir carne ecológica de alta calidad siempre que sea posible.
Este artículo apareció por primera vez en theepochtimes.com con el título "The Potential Impact of Microplastics on Major Organs, Including the Brain: What Science Says" (adaptación al alemán kr)