El envenenamiento del SNC por toxinas ambientales.
Uno de cada cuatro niños en Alemania ya tiene problemas neurológicos cuando empieza la escuela (comportamiento, dislexia, hiperactividad, etc.) (Información: sobrepeso, apatía, etc.)
En los EE.UU. se estima que uno de cada diez niños sigue siendo completamente normal desde el punto de vista neurológico y médico (información privilegiada enviada a los médicos en mayo de 2006 por una oficina gubernamental en Olympia, Washington)
En Alemania, la pérdida de:
- disfrute de la vida
- rendimiento de la memoria
- creatividad
- potencia sexual
- Calidad de sueño
Aumento masivo de enfermedades neurológicas y psiquiátricas que, según nuestros propios estudios, están directamente relacionadas con la duración y la dosis de exposición a la radiación CEM.
Según nuestra propia investigación, el 90% de estas enfermedades surgen del efecto sinérgico de la exposición a la radiación CEM, el envenenamiento por metales, la contaminación por parásitos y levaduras, así como por infecciones crónicas (especialmente la enfermedad de Lyme).
Una visión asombrosa de la biología: ¡no estamos separados de nuestro entorno!
El entorno físico, emocional, social, mental y espiritual en el que crecemos y vivimos tiene mucho que ver con cómo sentimos, pensamos e interpretamos los acontecimientos que nos rodean y cómo reaccionan nuestros cuerpos a nuestro entorno.
Nos encontramos en un equilibrio osmótico en un entorno con influencias tóxicas en constante aumento. Estamos separados de nuestro entorno por varias membranas semipermeables: la piel, los pulmones, el epitelio intestinal y las mucosas.
A largo plazo, la toxicidad del medio ambiente corresponde a la de nuestra matriz y nuestras células.
Mantener un gradiente positivo es el resultado de billones de bombas enzimáticas en nuestras células que funcionan las 24 horas del día, los 7 días de la semana y consumen enormes cantidades de energía. Esto ya no está disponible para otros procesos, como salir a caminar, tener relaciones sexuales o preparar una comida con amigos.
La tolerancia de nuestro sistema a factores estresantes ubicuos varía de un individuo a otro y está determinada por una serie de factores predecibles: genética, epigenética, estilo de vida, entorno político, social y familiar, amor, finanzas, nutrición, ejercicio, influencias tóxicas, entorno electromagnético, tipo de atención médica, azar y destino, así como buena y mala suerte.
Una cuestión central en medicina biológica:
¿Cómo se envenena nuestro sistema nervioso central (SNC)?
1. Barrera hematoencefálica únicamente a partir del mes 18. Antes de que esto suceda, las toxinas de la sangre o la leche materna pasan fácilmente al SNC del bebé o del feto.
2. Los nervios craneales: de forma retrógrada, las endotoxinas y ergotoxinas de la periferia migran axonalmente a través de los nervios craneales hacia el cerebro, evitando la barrera: mercurio de los dientes (vida media: 32 años), tioéter de la mandíbula, toxina del botulismo, aflatoxina, etc. de un microbioma intestinal alterado. Las toxinas ambientales (insecticidas, conservantes de la madera, gases de escape de los automóviles, aire del habitáculo, etc.) viajan directamente al cerebro a través del nervio olfatorio.
3. El electrosmog paraliza las enzimas desintoxicantes y potencia todo. El titanio y otros metales bucales tienen funciones de antena y concentran las microondas (teléfonos móviles) en el SNC.
¿Qué necesitamos saber para desintoxicar nuestro cerebro?
El cerebro se desintoxica a través de las venas y de su propio sistema linfático: el sistema linfático dependiente de la glía (sistema glifático).
Las venas, el líquido cefalorraquídeo y la linfa corren uno al lado del otro en el cerebro y están en constante comunicación
Drenaje linfático: a través de la lámina cribriforme de la base del cráneo, desde aquí a la amígdala faríngea, luego a la amígdala palatina, luego a los vasos linfáticos junto al músculo esternocleidomastoideo y luego a las venas grandes debajo de la clavícula. Cualquier cicatrización o cambio inflamatorio en este sistema provoca una acumulación de productos de desecho metabólico y toxinas en el cerebro.
Los estudios publicados en 2012 y 2013 han demostrado que el cerebro en realidad tiene un método único para eliminar desechos tóxicos. Este sistema de eliminación de desechos ahora se llama “sistema GlymphaHc” y funciona de manera similar al sistema LymphaHc de su cuerpo, que es responsable de eliminar los productos de desecho celular.
Fuente: Instituto Klinghardt - www.klinghardtinstitute.com